La estimulación temprana es un proceso terapéutico-educativo por el cual se promueve y favorece el desarrollo armónico de las diferentes etapas evolutivas del niño discapacitado. Se divide en ciclos: de 0 a 18 meses: atención individualizada que tiende al afianzamiento del vínculo madre-hijo para favorecer el desarrollo de conductas psico-motrices adecuadas. De 18 a 48 meses: afianzamiento de las conductas adquiridas y promoción para la adquisición de otras acordes a su nivel madurativo para mejorar su proceso evolutivo y lograr una más adecuada inserción social. La continuidad del tratamiento entre los 3 a 6 años se produce en caso en los cuales se observe que no haya alcanzado los objetivos del desarrollo madurativo requeridos para su ingreso a la etapa pre-escolar.
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